Si una persona anciana te transmite su saber, y si absorbes
ese saber, entonces sabrás mucho más siendo todavía una persona joven. Es una
especie de principio para seguir adelante.
Sin embargo, nuestra civilización ha denostado el
conocimiento basado en la experiencia. En su lugar, hemos tejido una red de
comunicación sin precedentes con Internet y la telefonía móvil, pero por ella
circulan tantos bits que simplemente nos absorben y dejamos de vivir
experimentando.
Cada vez más gente piensa que la energía del pensamiento se
proyecta sobre el planeta, lo que algunos llaman "noosfera", y que esta se comporta como un gran depósito de
ideas para compartir. Puede que no formemos parte del mundo, sino que el mundo
esté en nosotros y que por tanto determinemos nuestra realidad. Nos quedamos
sorprendidos con los fenómenos de la sincronicidad en algunas situaciones y nos
quedamos paralizados pensando que podríamos alimentarnos directamente de la luz
del sol.
(Jordi Miralles
en el nº 386 de la revista Integral)
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