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jueves, 26 de abril de 2007

Camina, no corras


No hay que obsesionarse con la rapidez. Si se va más despacio se llega más lejos. (Satish Kumara)

Deteniendo el tiempo
En la
Tetería de la Calma, el Servicio es lento, desesperadamente lento para los impacientes, pero suficientemente rápido para llegar a todos, sin prisas . . . con calma. La preparación del té tiene su arte y sus tiempos que no se deben violentar.
Recuerda que si lamentablemente un día tienes prisa, mejor no entres. Deja la visita para otro momento.
El disfrute del tiempo y del espacio, en la evolucionada y rica sociedad occidental, constituirán cada vez los auténticos lujos exclusivos al alcance de solo unos pocos, muy ricos o muy concienciados de su valor.

Tiempo sin tiempo
La única posesión real que tenemos es el Tiempo. El tiempo nos hace iguales y todos podemos disfrutarlo con independencia de nuestra riqueza o lugar de residencia. ¿Somos conscientes?
Tener tiempo para la familia, para las amistades, para las aficiones para estar solos, parece una meta imposible.

El espacio, un lujo a precio de oro
Cuando la imparable especulación del mercado inmobiliario está consiguiendo que el tamaño de los pisos disminuya hasta el agobio, tener espacio suficiente para toda la familia o los posibles visitantes, también parece que quedará reservado, al menos en las ciudades, a unos pocos privilegiados.

Vivir deprisa no es vivir, es sobrevivir
En las ciudades grandes especialmente, todo el mundo tiene prisa por llegar a su destino. Solo pasean los turistas. En Ámsterdam, los miles de ciclistas circulan con grandes prisas al igual que los miles de motoristas en Barcelona.
En alguna ocasión lógicamente todos tenemos prisa, es normal. Lo que ya no parece tan normal es que siempre tengamos prisa. ¿Es real esta prisa o nos contagiamos del ambiente?
Todo nos resulta lento: las colas, el transporte, la entrega de pedidos, los plazos de reparación, Internet, el camarero, los trámites burocráticos …

Vivimos narcotizados por la cotidianeidad
Tampoco es normal que siempre nos falte tiempo para realizar la larga lista de asuntos que tenemos pendientes. Aunque el día tuviera 30 horas, seguramente nos seguiría faltando tiempo pues entonces aprovecharíamos para agrandar la lista de cosas que tenemos que hacer. ¿Y, si la solución fuera seleccionar lo que realmente podemos hacer, elegir lo que más nos interesa, hacer poco pero disfrutándolo?
Como dice
Carl Honoré (ha escrito Elogio de la lentitud” en RBA ediciones) “Estamos atrapados en la cultura de la prisa y de la falta de paciencia. Vivimos en un estado constante de hiperestimulación e hiperactividad que nos resta capacidad de gozo, de disfrutar de la vida, de acceder al placer que uno puede hallar en su trabajo, en las relaciones humanas o en la comida”. “La lentitud nos devuelve tranquilidad y un ritmo pausado que nos permite ser más creativos en el trabajo, tener más salud y poder conectarnos con el placer y con los otros”.
.
El Movimiento Slow
El Movimiento Slow (lento) propone aparcar la prisa y disfrutar de cada minuto. Para ello reivindica una nueva escala de valores, basada en trabajar para vivir y no al contrario.
La biodiversidad, la reivindicación de las culturas locales y un empleo inteligente de la tecnología, son algunas de sus principales señas de identidad. Por que como dice el corrido mexicano No hay que llegar primero, sino que hay que saber llegar”.
Este Movimiento se originó en 1989 cuando
Carlo Petrini propuso defender la comida tradicional frente al Fast Food dando lugar al Slow Food . El termino Slow también se ha aplicado al sexo (Slow Sex) y a la ciudad (Slow City)
Los habitantes de las Slow Cities disfrutan de pequeños placeres tales como comer, dialogar o pasear. En ellas no hay lugar para la prisa a fin de fomentar una convivencia más humana. En España, están intentando adherirse algunos pueblos y ciudades como Munguía y Lekeitio (País Vasco), Palafrugell, Pals y Begur (Girona), Rubielos de Mora (Teruel), Bigastro (Alicante), Pozo Alcón (Jaén), Nigüelas (Granada)

Para saber más:
http://www.flylosophy.com/archives/slowfood_10_news.htm
http://www.slowfood.com/

Me gustaría terminar con estos preciosos versos de Mario Benedetti:
                     
                    Preciso tiempo, necesito ese tiempo
que otros dejan abandonado
porque les sobra o ya no saben
que hacer con él.
.
Tiempo
en blanco
en rojo
en verde
hasta en castaño oscuro
no me importa el color.
.
Cándido tiempo
que yo no puedo abrir
y cerrar
como una puerta.
.
Tiempo para mirar un árbol o un farol
para andar por el filo del descanso
para pensar qué bien hoy es invierno
para morir un poco
y nacer enseguida
y para darme cuenta
y para darme cuerda.
.
Preciso tiempo el necesario para
chapotear unas horas en la vida
y para investigar por qué estoy triste
y acostumbrarme a mi esqueleto antiguo.
.
Tiempo para esconderme
en el canto de un gallo
y para reaparecer
en un relincho
y para estar al día
para estar a la noche
tiempo sin recato y sin reloj.
.
Vale decir preciso
o sea necesito
digamos me hace falta
tiempo sin tiempo.


domingo, 22 de abril de 2007

La Artesanía ¿Una actividad en vías de extinción?


La Artesanía es una de las actividades más nobles que podemos encontrar, siendo un componente esencial del patrimonio histórico y cultural de los pueblos.
En los tiempos preindustriales, toda la producción era artesanal y estaba estrictamente regulada por lo poderosos Gremios. Con la llegada de la industrialización y las grandes producciones en serie es cuando el concepto de artesanía tiene sentido para diferenciar su método tradicional de elaborar frente a los modernos métodos industriales.
La producción artesanal, a diferencia de la industrial en serie, se caracteriza en que los objetos tienen pequeñas diferencias entre ellos y también en comparación con los elaborados por otros artesanos. Ello es debido, a que cada artesano pone su sello personal, su sensibilidad, su estado de ánimo de ese día, etc. Esto forma parte de su encanto.
Como no podía ser menos, nuestras autoridades autonómicas han regulado la “Artesanía”. Pero claro, en el concepto legal de Artesanía caben muchas cosas que no tienen nada que ver con lo que era la elaboración tradicional artesanal. En una palabra, legalmente lo que se puede considerar actividad artesana se ha ampliado, a la baja, para hacer sitio a demasiados oportunistas e impostores que quieren jugar esta atractiva carta cara al público. Los perdedores ya nos los podemos imaginar: los artesanos auténticos . . . y los consumidores. 

Falsos artesanos
Los alimentos envasados que compramos en el supermercado llevan una etiqueta obligatoria que nos informa, mejor o peor, sobre los ingredientes y el origen. En ocasiones, la letra es tan pequeña que hace falta una lupa. Los aditivos los indican con códigos que solo reconocen los profesionales. También, en lugar del país de origen solo nos ponen el dato del importador. Pero a pesar de todo nos dan una información de gran utilidad.
¿Alguien me puede explicar porqué cuando compramos o consumimos en las panaderías, pastelerías, bares y restaurantes estamos condenados a la ignorancia total? Tan difícil sería que esa información estuviera en el papel de envolver, nos dieran un papelito con ella o estuviera expuesta en la pared o en la carta.
¿Cuántas panaderías que hacen un pan aborrecible tienen el titulo de Hornos Artesanos?
¿Cuantos pasteleros utilizan masas o ingredientes industriales y un buen puñado de aditivos que de artesano no tiene nada y nos lo venden a precio de obra de arte?
¿Qué aceite utiliza en cocinero? ¿La lubina es de piscifactoría o salvaje? Etc., etc.
Es muy inquietante que nunca nos informen de la alimentación y tratamientos farmacológicos que se utiliza en las piscifactorías o a la ganadería intensiva.
Sospecho que nos íbamos llevar grandes sorpresas si tuviéramos toda esta información.
“La información puede ser revolucionaria”, dijo alguien hace años.
Así podemos comprender que el mayor problema que tienen los artesanos no es la gran producción sino los productores pseudoartesanales que con el beneplácito de nuestras autoridades y nuestra falta de espíritu crítico, se han apropiado de la Artesanía.
¿Cuántos artesanos auténticos podemos, encontrar vendiendo directamente al público, en los mercadillos que afortunadamente han vuelto a resurgir? Os propongo hacer una visita crítica y antes de comparar preguntar donde tienen el taller y si admiten visitas, número de empleados, posible uso de maquinaria, etc.

¿Los productos artesanos son caros?
La Cultura del Bajo Precio nos invade de forma silenciosa pero ocupando cada vez más sectores y disparando un consumo muchas veces innecesario . . . pero ¿quién se resiste cuando es tan barato?
Las compañías de vuelo han sido uno de sus productos estrella. Uno de sus promotores está convencido que con el tiempo habrá billetes gratuitos ya que el coste lo subvencionarán las ciudades que obtendrán grandes beneficios por turismo. El Bajo Precio también lleva años vistiéndonos a la última moda y decorando con diseño nuestro hogar. Ya nos anuncian coches a Bajo Precio. En el caso de la prensa se llega a la gratuidad total.
 No quiero ser pesimista pero no me gustaría que servicios públicos como la Sanidad o la Educación se acaben privatizando y ofreciendo a Bajo Coste.
Pagar un Bajo Precio parece que es el triunfo del consumidor. Todo son ventajas . . . ¿seguro?
Las consecuencias medioambientales producidas por grandes masas que se desplacen caprichosamente en avión, para realizar lo que antes hacían en su ciudad como cenar o comprar ropa, pueden ser graves pero no serán los únicos efectos colaterales de este agresivo enfoque económico.
En cuanto nos impregnemos de la cultura del Bajo Precio, cualquier artículo o servicio que nos ofrezcan a un precio “normal” nos parecerá escandalosamente caro. De tal manera que los empresarios que no ofrezcan productos a Bajo Precio se verán expulsados del mercado.
En la alimentación, empujar al empresario a conseguir competir en el mercado del Bajo Precio es peligroso para nuestra salud y así ha quedado demostrado con alguno de los grandes escándalos que han ocurrido en nuestra querida Europa (que para rebajar costes, en la alimentación del ganado se han llegado a utilizar los restos de animales enfermos, sin importar que hubiera un canibalismo contra natura, o incluso los aceites contaminados de los transformadores)
Las pequeñas producciones artesanales, especialmente en el caso de los alimentos, superan ampliamente en calidad a las grandes producciones en serie industriales que no tienen más ventaja que su menor precio.
Aquí más que nunca conviene recordar la diferencia que hay entre Valor y Precio. Que un artesano sea capaz de fabricar con mimo, con esfuerzo, sin aditivos y con los mejores ingredientes que encuentre, un maravilloso queso es valioso, muy valioso. Económicamente tiene que ser relativamente caro, pero seguro que su degustación ocasional nos recompensará con creces.
Creo que nuestros verdaderos artesanos se merecen que los valoremos con independencia del coste. ¿No vivimos en un país rico? Además, tampoco les compramos cada día.
Si los artesanos encima de elaborar mejores productos que las industrias, lo hicieran más barato, ¡serían artesanos-magos!

No te preocupes, en la
Tetería de la Calma, los tés son biológicos, así como todas las pastas y tartas que están hechas por artesanos conocidos.
Ejemplos artesanos
· La Asociación de Productores Artesanos para la Calidad del Vallès Oriental (Barcelona) es una iniciativa colectiva que reúne a 14 productores de todo tipo de alimentos.