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sábado, 31 de enero de 2009

Crisis del automóvil y crisis del aire que respiramos

Ahora que la llamada crisis del automóvil ocupa mucho espacio en la prensa y en la agenda de nuestros gobernantes es buen momento para recordar otra crisis que lamentablemente pasa desapercibida, es la crisis del aire que respiramos en muchas ciudades, como Barcelona.
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La Vanguardia nos informaba el pasado viernes, con mucha menos extensión que lo hace sobre la posible pérdida del Salón del Automóvil y las consecuencias que acarrea para la economía de la ciudad, de que la Comisión Europea va a sancionar a España por la mala calidad del aire. Referirse al aire envenenado por los humos de los coches como aire de mala calidad parece un cínico eufemismo. La solución para frenar el expediente sancionador no es otra que pedir una prorroga. ¿Se supone que mientras no respiraremos?
¿Cuántos años llevamos con este problema y cuantos más hemos de seguir con él?
¿Es más importante el negocio relacionado con el automóvil y la comodidad para sus usuarios que la salud de todos?
Espero que nos multen los de la Comisión Europea, espero que sigan disminuyendo las ventas de coches, aumentando las incomodidades y gastos para los usuarios. Lo primero es la salud .

Podemos caminar que es muy saludable, montar en bici o utilizar el transporte público que, con altibajos, mejora continuamente (pensemos el que había hace 25 años) y si finalmente no nos apetecen ninguna de las dos cosas, quedémonos en el barrio que como dice la campaña “En el Barrio hay de todo”.


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viernes, 30 de enero de 2009

Mejor vivir con menos


Todos preocupados por la crisis y usted dice que la amenaza es el crecimiento. ¿Seguro?
Absolutamente. En 200 años el planeta ha pasado de 900 a 6.500 millones de habitantes y la producción se ha multiplicado por 60, lo que comporta un consumo desmesurado de materias primas y energía.

¿Ser más pobres?
No seremos menos felices consumiendo menos. En Japón, el PIB se multiplicó por cinco en 30 años (entre 1958 y 1988) y el nivel de satisfacción del ciudadano no varió.

Parece un programa impopular.
Las medidas pueden ser impopulares y los gobiernos pueden no atreverse. Reducir la utilización del automóvil puede generar movimientos populistas. Somos demasiado adictos al consumo exagerado.

¿Qué habría que hacer?
Consumir menos energía e ir hacia las renovables. Y no ser individualistas en el consumo. Hace 15 años que compré un taladro y lo habré utilizado 10 veces. Sería más barato, para mí y para la biosfera, el taladro de alquiler. Y el coche de alquiler.

(Entrevista con Joaquim Sempere, sociólogo. Profesor en la Universitat de Barcelona. Acaba de publicar en la Editorial Crítica: “Mejor con menos”)
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jueves, 29 de enero de 2009

Foro Social Mundial en Brasil

En Brasil, más de 100.000 personas se están congregando para el noveno Foro Social Mundial.
El Foro reúne movimientos sociales de todo el mundo bajo el lema “Otro mundo es posible” coincidiendo con la reunión de líderes empresariales en la localidad suiza de Davos.


Tres grandes temas dominarán los debates:

· la conservación ambiental, sobre todo por tener como escenario la Amazonía, donde la deforestación y la emisión de gas carbónico están creciendo;

· la crisis del capitalismo globalizado y

· la guerra en Oriente Medio.


Actualización: La octava edición del Foro Social Mundial (FSM) finalizó con la certeza de que la crisis económica planetaria, que venía siendo anunciada desde el 2001, no podrá resolverse con las recetas conocidas.
Se sigue afrontando la crisis con las mismas herramientas que la provocaron.
Una de las iniciativas que al menos encontró consenso fue la de crear un organismo mundial para regular el sistema financiero.

Hasta el foro de Davos se ha echado en brazos de la socialdemocracia, el histórico y eficaz taller de reparaciones del capitalismo, después de adorar durante décadas al dios del crecimiento infinito. Algo que no solo desafiaba al sentido común, sino a las mismísimas leyes de la gravead. (Alfredo Abián, La Vanguardia del domingo 1 de marzo)

martes, 20 de enero de 2009

ES LO MISMO


ES LO MISMO
asomarse a un pecho
que a un abismo.

Parecido
haber sido amado
que haber sido herido.

Semejante
el aullido de un lobo
y el de un amante.

Es lo mismo
asomarse a un pecho
que a uno mismo...


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Desde que nacemos empezamos a envejecer

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Quiero vivir hasta que muera

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domingo, 18 de enero de 2009

Otro mundo peor también es posible


HORA DE DESPERTAR

Nos quejamos de la televisión, pero devoramos los programas basura.

Nos quejamos de los sueldos de los futbolistas, pero alimentamos la industria de sus derechos de imagen.

Nos quejamos de la explotación infantil, pero compramos productos hechos por niños.

Nos quejamos de la inmigración, pero permitimos la miseria en los países de origen.

Nos quejamos de los políticos, pero los votamos.

Nos quejamos del Euribor, pero vivimos sobreendeudados.

Nos quejamos del tráfico de armas, pero no preguntamos a quién financia nuestro dinero.

Nos quejamos de los medios de comunicación, pero nos creemos todo lo que cuentan.

Esta es una crisis provocada por la falta de valores, el consumo irresponsable y la avaricia. Pero puede ser el punto de inflexión para una nueva conciencia humana y social. Digamos ¡basta! a las manipulaciones, a las injusticias, al hambre, a la impunidad, a los políticos mediocres, a quienes explotan a personas o destruyen el medio ambiente. No sólo es cosa de Obama, también depende de nosotros. Fin del letargo: ¡Ya es, hora de despertar!

(Carta de Valentín Núñez en La Vanguardia del pasado 16)
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Soñar es hermoso


En la Tetería somos unos soñadores
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Ética financiera

Parece ser que las Escuelas de Negocios se han sorprendido de que algunos de sus exalumnos, que han llenado de masters todas las empresas bancarias y financieras, hayan cometido tantos errores unos y tantas estafas otros.
Las dos escuelas de negocios españolas más conocidas, vinculadas a sendas instituciones religiosas muy importantes, harían bien en introducir las enseñanzas del catecismo en su programa de estudios, pues el problema no ha sido de sabiduría, sino de ética.


(Carta de Antoni M. Barrera a La Vanguardia del 5.1.09)
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