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jueves, 21 de agosto de 2008

Aquí y ahora


Quien teme morir, en el fondo, lo que teme es vivir. Si se aprende a morir, se aprende a vivir.

No tenemos conciencia de que la vida es tan fragil, casi un milagro, y en cualquier momento, por mucho que queramos ignorarlo, puede llegar la enfermedad o la muerte.

Mientras unos simplemente existen en esta Tetería intentamos vivir .

miércoles, 13 de agosto de 2008



En la Tetería de la Calma cambiamos lo urgente por lo importante

La Belleza sólo está en nuestra mente








martes, 12 de agosto de 2008

DILEMA


No se trata de elogiar la austeridad sino de redefinir qué entendemos por progreso.
.
PD. A la Tetería nos llega una estupenda idea: unos cuantos simpáticos soñadores que forman la TIA (los lectores de Mortadelo la recordarán) han puesto en marcha el Centro de Tecnología Alternativa para desarrollar y demostrar que hay alternativas suficientemente atractivas a nuestra forma de vivir. Están desde hace años en Bigüezal (Navarra). Muchos éxitos.

lunes, 11 de agosto de 2008

Dialogo de cine

Encantador dialogo entre chico, que pretende compartir algo más, con chica.

- (la chica): ¿Estás borracho?
- (el chico): No lo sé pero pienso que las dos estáis preciosas.
- (el chico): ¿Vienes a mí casa?
- (la chica): No.
- (el chico): Bueno tenía que preguntártelo.

Silencio

- (el chico): Para ser honesto contigo te diré que no te encuentro atractiva. ¿Te vienes ahora conmigo?
- (la chica): No
- (el chico): Bueno, lo he intentado de todas las maneras.

Silencio

- (el chico): ¿Quieres ir a pescar?
- (la chica): Me encantaría
- (el chico): ¿Puedes pensar en algo mejor que hacer el amor con un atractivo desconocido en mitad de un lago?
- (la chica): Si, en volver a casa.

Silencio

- (el chico): Pase lo que pase, va a ser increíble.
- (el chico): Nada cambia aquí. Solo las estaciones.

(A los que todavía no han visto Beautiful Girls solo les digo que la chica es Uma Thurman)

Ambición infinita

La Ambición humana es como el Universo, se expande constantemente y carece de límites.
Cierta dosis de ambición a todos nos conviene pero los ejemplos de ambición descontrolada nos rodean, desde ese conocido que trabaja 12 horas cada día sin más finalidad que conseguir pagar la hipoteca de una preciosa casita adosada lejos de la gran ciudad que solo podrá disfrutar el fin de semana, hasta nuestros grandes empresarios que luchan hasta el último día para incrementar mil millones más a su inmenso patrimonio que no podrán llevarse a la tumba. ¿De que les servirá todo ese dinero en el caso nada improbable de que les diagnostiquen un cáncer incurable?

Parece que haya cierta confusión vital entre vivir para acumular riqueza (exclusivamente monetaria ya que hay otras riquezas más intangibles e importantes) o acumular lo que realmente necesitamos para llevar una vida digna y satisfactoria.

En la Tetería de la Calma somos ambiciosos . . . de la sencillez, de la riqueza espiritual, de la calma.

viernes, 8 de agosto de 2008

Capitalismo inútil


Leemos con satisfacción e interés a Henry Mintzberg en La Contra de La Vanguardia de hoy que dice que la cultura imperante del capitalismo con objetivo de obtener beneficios monetarios inmediatos mediante reducciones salvajes de costes (reducción de plantilla, contratos basura, deslocalización, venta de activos, ...) está constituyendo un fracaso estrepitoso y propone un renacimiento económico basado entres pilares en equilibrio: sector público, sector privado y social (cooperativismo, voluntariado, etc.)

Pues haber si toman nota nuestras famosas escuelas de negocio dónde se forman las élites empresariales, y además de esto, consiguen concienciar a los empresarios de que los costes sociales y medioambientales forman parte de eso tan pomposamente llamado Responsabilidad Social Corporativa y que se pretende poner de moda, quizás como cosmética para hacer más presentable lo de siempre.

Los precios de los productos no reflejan sus costes ocultos ni su utilidad objetiva. Hay productos como una naranja que del campo a la mesa van multiplicando su precio, no su valor que quizás decrece si el camino es largo y tortuoso.

Como muy bien nos explica Claudi Mans Teixidó en La Vanguardia del pasado día 3, estamos inmersos en un conjunto de crisis globales que se retroalimentan unas a otras: crisis energética, crisis económica, crisis alimentaría, crisis medioambiental y crisis social. ¿Soluciones sin salirnos revolucionariamente del orden establecido? No hay panaceas, sólo remedios parciales en base a cambios individuales y finalmente culturales: minimizando el consumo, promocionando las energías renovables, reciclando y acostumbrándonos a un poco menos de confort (más calor en verano, más frío en invierno, viajar menos y hacerlo en transporte colectivo, etc.)

El arte de vivir

Montse Cano nos recuerda en Integral que vivimos tiempos de de grandes vacíos internos, de “desnutrición anímica”. Nos vemos constantemente abocados a una ansiedad del tamaño de un agujero negro galáctico que nos lleva a ser devoradores de cosas, de experiencias, de tiempo. Nada parece que nos satisfaga del todo.
Tenemos que pararnos justo donde estamos y disfrutar de lo que somos y de lo que tenemos, en lugar de atiborrarnos de la palabra “cantidad” deberíamos degustar la palabra “calidad”.

¡Comed menos carne!

Entrevista de Carlos Fresneda a Carlo Petrini, presidente de Slow Food, en el nº 343 de Integral:
España es el 2º consumidor mundial de carne per capita, con 120 kg, superado tan solo por Estados Unidos con 125kg.
El terreno agrícola destinado para alimentar a los animales es casi el doble (65%) que el reservado para el consumo humano (35%)
No se trata de que todos nos volvamos vegetarianos – que podría ser magnífico – sino de reducir nuestro consumo de carne. Nuestra salud y la del planeta lo agradecerían.
Vivimos una situación de esquizofrenia planetaria, de falsa felicidad gastronómica. Nunca se ha hablado tanto de comida y nunca se ha comido tan mal. El espectro del hambre se cierne sobre los países pobres, mientras en los ricos, sufrimos las plagas de la obesidad, de las enfermedades cardiacas y de la diabetes.
En Occidente hemos cometido un gran genocidio cultural al destruir la sociedad de los campesinos. Hay que recuperar los mercados con productos locales con el mínimo de intermediarios y de transporte hasta nuestra mesa.