Desayuno compartiendo una tostada de mi panadería favorita (Barcelona-Reykjavik) untada con mantequilla y miel, con el artículo de José Antonio Marina del último suplemento ES.
Marina nos habla, con su agudeza y sabiduría habitual, de la cultura de la lentitud que poco a poco - sin prisas- va haciéndose un huequecito en nuestra Cultura que tiene a la Velocidad, como uno de sus bienes más preciados.
La nueva Sabiduría del Tiempo nos muestra que no siempre la velocidad es la solución óptima ni en la salvaje naturaleza ni entre los civilizados humanos. Si la naturaleza tiene sus propios ritmos, que en ocasiones se producen con gran velocidad y otras muchas con extrema lentitud, con los humanos no puede ser diferente. Así, si la comprensión o el enamoramiento son súbitos, el aprendizaje o la maduración son lentos.
Lo importante en esta nueva cultura es la intensidad del momento que cuando es placentero debe alargarse al máximo pero sobretodo descubrir el ritmo interior de cada cosa, de cada acción, de cada sentimiento. La Sensualidad es uno de los grandes regalos que recibimos al iniciar el camino. ¡Explotémosla sin compasión!
Y cuando tomes el té, recuerda que la lentitud es esencial.
Marina nos habla, con su agudeza y sabiduría habitual, de la cultura de la lentitud que poco a poco - sin prisas- va haciéndose un huequecito en nuestra Cultura que tiene a la Velocidad, como uno de sus bienes más preciados.
La nueva Sabiduría del Tiempo nos muestra que no siempre la velocidad es la solución óptima ni en la salvaje naturaleza ni entre los civilizados humanos. Si la naturaleza tiene sus propios ritmos, que en ocasiones se producen con gran velocidad y otras muchas con extrema lentitud, con los humanos no puede ser diferente. Así, si la comprensión o el enamoramiento son súbitos, el aprendizaje o la maduración son lentos.
Lo importante en esta nueva cultura es la intensidad del momento que cuando es placentero debe alargarse al máximo pero sobretodo descubrir el ritmo interior de cada cosa, de cada acción, de cada sentimiento. La Sensualidad es uno de los grandes regalos que recibimos al iniciar el camino. ¡Explotémosla sin compasión!
Y cuando tomes el té, recuerda que la lentitud es esencial.
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