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miércoles, 24 de marzo de 2010

Pon un abrazo en tu vida


Abrazarse es saludable. Ayuda al sistema inmunológico, mejora la depresión, reduce el estrés, da vigor y energía, es rejuvenecedor, no tiene efectos secundarios nocivos y es un poco como una medicina milagrosa.
En el abrazo todo es natural. Es orgánico, sin pesticidas, sin conservantes ni colorantes, sin ingredientes artificiales. Es muy dulce pero no engorda nada.
De hecho abrazarse es perfecto. No hay baterías que se desgasten, ni componentes que puedan estropearse, ni revisiones periódicas. Consume poca energía, no se necesitan pagos mensuales y está a prueba de inflación. De hecho, no cuesta nada. Además, está exento de todo tipo de impuestos, no contamina y, por supuesto, se puede devolver.
De “Pequeñas grandes historias” de
Excellence.
Ahora que nos hemos librado del terror de la interesada pandemia de la gripe que los aprovechados nos arrojaron encimo, podemos darnos abrazos. Muchos más de los que nos damos que cada vez son menos.
¿Por qué dar la mano o un beso a un amigo/a y no un cálido abrazo? La comparación no tiene color.
Un ejemplo inmenso:
Amma ha recorrido incansable el planeta dando millones de abrazos para pregonar el mensaje del amor entre los humanos, en lugar del amor que hay entre estos y sus dinerillos.

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