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domingo, 16 de mayo de 2010

INVICTUS

En La Vanguardia del pasado 14, la familia del empresario de la construcción Manuel Martínez mantiene un año más su memoria, en esta ocasión con un poema que es un cántico a la fortaleza mental, que como sabéis es la verdadera fortaleza.
He leído que este poema ayudó a Nelson Mandela a soportar su largo cautiverio.
¡Va por ustedes!


.
Más allá de la noche que me cubre
Negra como el abismo insondable
Doy gracias a los dioses que pudieran existir
Por mi alma invicta.

En las azarosas garras de las circunstancias
nunca me he lamentado ni he pestañeado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.

Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
dónde yace el Horror de la Sombra,
la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.

No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino:
soy el capitán de mi alma.

(William Earnest Henley. 1849 - 1903)

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