Conversar, ¿un arte perdido?

La conversación brota del encuentro del gusto por la inteligencia y por la palabra. No es propiamente mera charla (en la que el pasar el rato o las simples ganas de hablar priman por encima de las ideas) o disputa (en la que el interés por la derrota simbólica de los interlocutores prevalece sobre cualquier otra consideración).

Paul Grice propone que la conversación se ajuste al principio de la cooperación, el cual, a su vez, resulta susceptible de desglosarse en cuatro máximas:
· ser máximamente informativo,
· no mentir
· ir al grano
· procurar ser claro.
Nada que ver con las “tertulias” vocingleras que abundan en radios o televisiones.
Finalmente, la buena tertulia, saboreando un té o un café, es enemiga de las prisas.
En esta Tetería, no se ha perdido el arte de conversar.
Aquí los textos completos que publicó La Vanguardia:
Manuel Cruz: Conversar, ¿un arte perdido?
Victoria Camps: ¿Dialogar o comunicarse?