Muchos días disfrutamos de pequeños momentos placenteros inesperados que nos elevan a los cielos y nos recargan las baterías de la Felicidad:
· Un encuentro, una llamada o un mensaje inesperado con aquella encantadora persona que hace tiempo que no ves.
· Un gesto amable en una situación tensa.
· Una imperceptible caricia recibida cuando menos te la esperas
· Una mirada intensa, llena de vida, lanzada por un/a bello/a desconocido/a mientras coincidís por un momento en algún lugar.
lunes, 7 de marzo de 2011
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