Buscar en este blog

martes, 15 de julio de 2008

Salud y Medicinas

Recientemente participé en una tertulia que bienintencionadamente intentaba acercar los dos alejados mundos que constituyen la medicina moderna de base científica y el de la medicina llamada tradicional que fundamentalmente se ha generado en Oriente.

Frente a la postura sensata y práctica del que opina que la mejor terapia es la que te cura, sea cual sea, tenemos la postura soberbia de la medicina científica que desprecia cualquier terapia no homologada por sus estructura oficiales. Generalizando, esta postura es la de toda la Ciencia desde sus inicios, que desprecia a cualquier injerencia que provenga de los no-científicos o de científicos excesivamente avanzados a su tiempo con teorías radicales.

Es lamentable, que los científicos cuyo lema debería ser “solo sé que no sé nada” y por tanto mantener una curiosidad absoluta por conocer todo aquello que se escapa a su reducido mundo académico, sean tan intolerantes y prepotentes. La modestia debería estar más presente en la Ciencia. Un ejemplo, los cosmólogos nos explican que solo conocen el 1% del Universo.
¿Cuantas teorías despreciadas inicialmente por la Ciencia han acabado aceptadas?

Otro problema general de todas las ciencias es la superespecialización que si por una parte es de gran eficacia para comprender trocitos de realidad, por otra acaba transformando la Ciencia en compartimentos estancos. Un equilibrio entre la generalidad y la especialización que prime la colaboración y el dialogo entre científicos parecería de gran utilidad.

Si la medicina tradicional no tiene inconveniente en utilizar los enormes adelantos tecnológicos de la medina científica ¿porqué esta no puede utilizar terapias tradicionales eficaces, auque se desconozcan científicamente sus fundamentos?

Todos reconocemos la importancia que han tenido los grandes avances médicos en nuestra salud y bienestar pero esto no puede cegarnos para no exigir un profundo replanteamiento del concepto que tiene la medicina científica de “enfermedad”, entendida más como accidente que como consecuencia de un estilo de vida insano. Otra historia sería que muchos pacientes solo buscan una rápida cura que les permita continuar llevando una vida totalmente enfermiza.
Cada vez es más difícil ignorar la influencia enorme de la mente sobre la salud.


Al acabar la tertulia, todos seguimos manteniendo nuestras posturas como inevitablemente suele ocurrir.

No hay comentarios: