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martes, 3 de febrero de 2009

Entre silencio y gritos


Un panel de jueces de apelaciones estadounidenses dictaminaron que el gobierno de Estados Unidos no tiene que pagarle una indemnización de mil millones de dólares a los residentes de Bikini y Enewetak, dos islas del Pacífico donde este país llevó a cabo 67 pruebas nucleares entre 1946 y 1958. Estas islas se volvieron inhabitables tras las pruebas, lo que obligó a los residentes de Bikini y Enewetak a abandonar sus hogares.(Boletín Democracy Now! de 3.2.09)

Hemos encontrado en la Wiki esta curiosa Bandera que aparece más arriba y adoptada en 1987 como manera de recordatorio al gobierno estadounidense sobre sus obligaciones con los nativos. Las 23 estrellas blancas en el rectángulo azul representan las islas del Atolón. Las tres estrellas negras representan las tres islas que fueron destruidas en marzo de 1954 durante las pruebas nucleares de una bomba de hidrógeno. Las dos estrellas negras en la parte inferior derecha, representan las islas
Kili y Ejit del Atolón Majuro, donde los nativos fueron reubicados antes de que se iniciaran las pruebas. Se encuentra ubicada a unos 683 km más al sur. Ambas estrellas se encuentran separadas simbólicamente de las tres superiores para representar la distancia física y en calidad de vida de las islas Bikini.
Las palabras de la parte inferior, "MEN OTEMJEJ REJ ILO BEIN ANIJ" se supone representan las palabras del líder bikiniano, Juda, al comodoro estadounidense
Ben Wyatt, cuando éste último fue a pedir a los pobladores que cedieran sus islas para pruebas nucleares por 'el bien de toda la humanidad'. Se traducen como "Todo está en las manos de Dios".

Los gritos de los habitantes de esas lejanas islas, otrora paradisíacas, no consiguen romper el silencio de nuestra prensa agobiada por la crisis económica que le merma los grandes ingresos publicitarios. ¿Quién defiende a esa gente?

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